Editorial

Hoy, ya con diez ediciones, nuestra revista se ha posicionado como un espacio de gran interés para el debate e intercambio de ideas desde diferentes perspectivas en las ciencias sociales. El número que en esta ocasión presentamos es el resultado de un arduo trabajo y esfuerzo que desde hace seis años venimos realizando sin pausa alguna. Así, en el año 2003 se dio inicio a Tabula Rasa, un proyecto político, académico y editorial basado en el open acces, es decir, la libre distribución y reproducción del conocimiento, sin prescripciones económicas y con flexibles, pero establecidas, condiciones de copia. La constancia de esta premisa ha llevado a nuestra publicación a ser de consulta internacional y preciada por diferentes investigadores para publicar en ella. Esto, sin duda, es resultado de rigurosos criterios de selección, que apuntan a mejorar la calidad académica y editorial siempre y cuando no contradigan al actuar político de Tabula Rasa.

Durante estos diez números nuestra revista ha sido escenario de diferentes discusiones en estudios culturales y en las ciencias sociales en general, abordando las propuestas del proyecto modernidad/colonialidad, así como las distintas miradas sobre el trabajo social, la antropología, la geografía y la sociología, tanto en Colombia como en otras latitudes, pues hemos contado con los valiosos aportes de investigaciones realizadas en otros lugares, que nos invitan a pensar en condiciones sociales fuera de nuestro país. En este sentido, la consolidación de una comunidad académica fuerte, crítica y reflexiva y sin restricciones para acceder al conocimiento, es otro de los propósitos y motivos de existencia de Tabula Rasa. Sin embargo, un punto importante a tener en cuenta es que el conocimiento científico es una mercancía más del actual orden mundial y la información uno de sus productos más preciados. Así, aunque difícil, seguimos intentando nuestro propósito de revertir estas lógicas de producción y generar espacios donde el conocimiento sea abierto sin que exista la necesidad de comprar bases datos o algún sistema privilegiado de información.

Siendo consecuentes con lo anterior presentamos las ya conocidas secciones de Tabula Rasa. En Desde al ático contamos con una selección de diez artículos, que inicia con un trabajo de Lawrence Grossberg que describe, analiza y explica la existencia y pertinencia de los estudios culturales para el análisis de coyunturas sociales contemporáneas, en esta misma sección Mónica Szurmuk y Robert McKee Irwin nos presentan críticamente un panorama de la formación en postgrados en estudios culturales en América Latina, mientras Antón Fernández de Rota en su artículo Volver a lo exótico de nuevo nos propone reconceptualizar lo exótico en antropología desde los trabajos de Michel Foucault. Por su parte, Arturo Escobar y Michal Osterweil nos traen una aproximación a los movimientos sociales contemporáneos desde la obra de Deleuze y Guattari; luego Karl Offen nos presenta su artículo O mapeas o te mapean: Mapeo indígena y negro en América Latina sobre las implicaciones del mapeo de territorios ancestrales de población étnica en esta zona del planeta. Marisol de la Cadena propone historizar la idea de indígena y la noción de indigeneidad para abordar las relaciones entre quienes se consideran indígenas y no indígenas; Reinaldo Giraldo en su texto La ética en Michel Foucault o de la posibilidad de la resistencia presenta un balance crítico de la categoría de sujeto en la obra de este autor francés. A continuación, Alex Miller analiza las opiniones de diferentes intelectuales caribeños sobre la idea de progreso social, y finalizando la sección Fernando Rivera explora las representaciones sociales sobre el «Nuevo mundo» luego de un siglo y medio de su «descubrimiento».

El artículo Reflexiones sobre la investigación social y el trabajo social de Uva Falla abre la sección Claroscuros presentado la importancia de la investigación en trabajo social. Luego, en el texto Azúcar amarga: el inevitable oxímoron de la historia cubana Graciela Maglia expone la construcción de una identidad hibrida nacional en cuba en la obra de Nicolás Guillen. Cerrando la sección tenemos el trabajo de Yolanda Maria de la Fuente Robles sobre las tecnologías de la información y la comunicación en la población en situación de dependencia. Finalmente, nuestra Palestra cuenta con una entrevista a Santiago Castro-Gómez titulada Rutas biográficas e historias de los estudios culturales en Colombia.

Por último, nos proponemos, entonces, dar continuidad a este proyecto, incorporando nuevas discusiones, siendo cada vez más críticos y reflexivos, y haciendo posible que cada número de Tabula Rasa no sea el último.

Olmo Uscátegui Ramírez
Asistente editorial
Tabula Rasa