Vínculos sociales y subsistencia en los «Templos de refugio» en Japón: Una exploración de las influencias en la situación de calle entre los jornaleros de los yoseba en Tokio1

Social Ties and Survival in Japan's "Temples of Refuge": Exploring Influences on Homelessness among Yoseba Day Laborers in Tokyo

Vínculos sociais e subsistência nos «Templos de refugio» no Japão: uma exploração das influências relacionadas à situação de rua entre diaristas dos yoseba em Tóquio

Matthew D. Marr2
Florida International University, USA3
mmarr@fiu.edu

Abel Valenzuela, Jr.4
University of california, Los Angeles, USA5
abel@ucla.edu

1Agradecimientos: Los autores agradecen su apoyo a la Fundación Ford y el Centro para el Estudio de la Pobreza Urbana de la UCLA. Deseamos agradecer especialmente a todos los trabajadores que participaron y nos ayudaron en el estudio. También quisiéramos dar gracias a las diferentes personas y organizaciones comunitarias públicas y privadas de Tokio que contribuyeron a nuestra investigación, incluyendo: Takao Koike, Janette Kawachi, Sanyūkai, San'ya Sogidan, Tetsushi Nonaka, Yukako Amano, el Centro de Asistencia Social y Trabajo de Jōhoku, Furusato no Kai, El Centro de Recursos para los Derechos Humanos de las Personas en Situación de Calle, y el Departamento de Ingeniería Social del Instituto Tecnológico de Tokio. Los autores se hacen responsables de todas las interpretaciones y fallas que se encuentren en este artículo.
2Ph.D. Ph.D. Sociology, University of California, Los Angeles.
3Profesor Auxiliar de Sociología, Departamento de Estudios Globales y Socioculturales, Programa de Estudios Asiáticos.
4Ph.D. Urban and Regional Studies, Massachusetts Institute of Technology.
5Catedrático, Departamento de Planeación Urbana, Departamento de Estudios Chicanos.

Recibido: 23 de abril de 2013 Aceptado: 31 de mayo de 2013


Resumen

El trabajo por jornal se describe a menudo como no estructurado, lo que hace ambigua su capacidad de servir como trampa en la situación de calle o como paso hacia la economía formal. Exploramos esta cuestión describiendo los factores que influyen en la situación de calle entre los jornaleros. Analizamos datos de encuestas del mayor yoseba de Tokio, o enclave del trabajo por jornal, y hallamos que los jornaleros evitaron la situación de calle por más días trabajados, educación, permanencia en el cargo como jornalero, y conexiones interpersonales con los intermediarios. La atención a experiencias acumulativas y lazos sociales en los mercados de trabajo por jornal es crucial para entender su estructura, dinámica, funciones y efectos en las trayectorias a largo plazo de los trabajadores.

Palabras claves: Trabajo por jornal; situación de calle; capital social; Japón.


Abstract

Day labor is often described as unstructured, rendering unclear its capacity to serve as a trap in homelessness or a step up into the formal economy. We explore this issue by describing the factors that influence homelessness among day laborers. We analyze survey data from Tokyo's largest yoseba, or day labor enclave, and find that day laborers avoided homelessness via more days worked, education, length of tenure as a day laborer, and interpersonal connections with brokers. Attention to cumulative experiences and social ties in day labor markets is crucial to understanding their structure, dynamics, functions, and effects on workers' long-term trajectories.

Keywords: Day labor, homelessness, social capital, Japan.


Resumo

O trabalho de diaristas é descrito, com frequência, como não estruturado, o que torna ambígua sua capacidade de servir como chamariz para a situação de rua ou como um passo em direção à economia formal. Exploramos essa questão descrevendo os fatores que influenciam a situação de rua entre diaristas. Analisamos estatísticas do maior yoseba de Tóquio, em que o trabalho é negociado por diárias, e verificamos que os trabalhadores evitaram a situação de rua por meio de mais dias trabalhados, educação, permanência na função de diarista e por conexões interpessoais com intermediários. A atenção a experiências cumulativas e laços sociais nesses mercados de trabalho é crucial para entender sua estrutura, dinâmica, funções e efeitos nas trajetórias a longo prazo dos trabalhadores.

Palavras-chave: trabalho por diária, situação de rua, capital social, Japão.


Conseguir empleo para todos los días mediante los mercados de contratación en la calle en los guetos de trabajo por jornal llamados yoseba ha sido una estrategia de subsistencia para hombres desplazados en Japón durante el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial (Aoki 1989; Eguchi et al. 1979; Fowler 1996; Giamo 1994; Gill 2001). En gran medida, las oportunidades de trabajo por jornal, una amplia oferta de pensiones baratas, una microeconomía local que atiende los gustos y presupuestos de los jornaleros, y vínculos recíprocos entre los trabajadores hallados en los yoseba han servido como recursos vitales que permitían a los japoneses pobres desplazados soportar la pobreza a la par que evitaban situaciones de calle literal por largo tiempo (Marr 1997). En cierto sentido, los yoseba han servido como "kakikomidera", o templos de refugio, para japoneses económica y socialmente vulnerables durante la posguerra. Sin embargo, desde el inicio de la Recesión Heisei a comienzos de la década de 1990 y en medio del posterior estancamiento, la demanda de jornaleros ha declinado dramáticamente y la capacidad de los yoseba de servir como templos de refugio se ha visto grandemente deteriorada (Aoki 2003, 2006; Gill 2001; Hasegawa 2006; Marr et al. 2000; Valenzuela et al. 2002). Esto es quizás más visible durante los años de 1990 en la proliferación de casuchas provisionales y cuerpos desaliñados en los espacios públicos en y alrededor de los enclaves de trabajo por jornal en rápido cambio por todo Japón. Grandes encuestas de muestra en Tokio han hallado que el 50% de las personas que experimentaban situación de calle allí en 2000 alguna vez buscaron trabajo y vivieron en los yoseba locales (Tokyo Urban Life Research Group 2000) y 30% en 2007 habían trabajado o buscado empleo en San'ya, el mayor yoseba de Tokio (Tokyo Metropolitan Government 2007). Mientras que la caída en la demanda de trabajo por jornal y el impresionante ascenso en la situación de calle por todo el Japón urbano y suburbano han estado consistentemente asociados por los investigadores de las ciencias sociales Japón (Aoki 2003, 2006; Iwata 2000), un vacío de investigación empírica ha dejado sin responder la pregunta: "¿Qué hace que ciertos jornaleros de los yoseba sean más propensos a encontrarse en situación de calle que otros?".

Abordar esta pregunta da testimonio de una investigación más amplia sobre los mercados de trabajo por jornal en áreas urbanas post industriales. El trabajo por jornal se define generalmente como la práctica de "buscar trabajo en mercados informales al aire libre, como esquinas en la calle o agencias formas de empleos temporales" (Valenzuela 2003:307). La investigación sobre los mercados de trabajo por jornal ha cubierto su historia (Hoch y Slayton 1989; Mund 1948); la evolución reciente y la posición en la economía urbana globalizada (Peck y Theodore 2001; Portes y Rumbaut 1996; Sassen 1991, 1998; Williams y Windebank 1998); la demografía, las ganancias y las experiencias del mercados laboral, incluyendo el abuso laboral (Roberts y Bartley 2004; Theodore et al. 2008; Valenzuela et al. 2006); y los procesos sociales y las experiencias subjetivas (Malpica 2002; Purser 2009; Walter eí al. 2004; Williams 2009). Sin embargo, con las descripciones comunes de los mercados de trabajo por jornal como carentes de estructura y comportando una sustitución casi perfecta, dado que los trabajadores son en su parte reemplazables (Roberts y Bartley 2004), se sabe relativamente poco sobre los factores que hacen a algunos trabajadores más exitosos que otros en la búsqueda de trabajo (Valenzuela 2003). Además, cómo la participación en el trabajo por jornal puede conllevar el logro de empleo estable y servir como iniciativa empresarial ha comenzado apenas a explorarse (Valenzuela 2001). Así, sabemos muy poco sobre el rol del trabajo por jornal en las trayectorias de corto y largo plazo de estos trabajadores, y sobre los factores que afectan si el trabajo por jornal puede o no llevar a un empleo más estable o a la inestabilidad y la situación de calle.

En este artículo, nos basamos en conclusiones de investigaciones existentes sobre cómo experimentan y navegan los jornaleros por el proceso de contratación para analizar qué factores afectan la probabilidad de que los jornaleros de los yoseba en Tokio puedan evitar la situación de calle literal. Lo hacemos analizando una serie única de datos a partir de una encuesta de obreros por día que usan el mercado de contratación callejera en el distrito San'ya de Tokio. Dicho estudio ayuda a entender cómo afectan el mercado del trabajo por jornal otros resultados, en este caso la experiencia de la situación de calle, que ha sido por largo tiempo un fenómeno estrechamente conectado con los mercados de trabajo por jornal (Hoch y Slayton 1989; Purser 2009; Roberts y Bartley 2004; Williams 2009). El análisis de los factores que influencian la probabilidad de la situación de calle es importante dado que el predicamento se hace sentir física, económica y psicológicamente, pudiendo afectar así diferentes trayectorias y repercusiones a largo plazo. Así, el análisis de porqué ciertos jornaleros pueden evitar la situación de calle mientras que otros no, podrá ayudarnos a comprender porqué algunos trabajadores tienen probabilidad de usar su participación para garantizar la estabilidad y el posible avance al mercado del trabajo formal en oposición a aquellos que pueden ser susceptibles a la situación de calle y a una subsiguiente movilidad en descenso. Esto ayuda a conocer mejor la dinámica social que organiza y estructura este mercado laboral en apariencia desordenado que se ha vuelto componente visible del paisaje urbano postindustrial.

Capital social y humano en los mercados de trabajo por jornal

Nos centramos en dos enfoques en particular para comprender cuáles trabajadores son más propensos a poder evitar la situación de calle. Primero, una perspectiva de capital humano plantea que los atributos asociados con mayor productividad, como juventud, habilidades específicas para el trabajo, trayectoria como jornalero, y educación afectarán la capacidad de acceder a los empleos y la vivienda. Mientras que los empleados de Los Angeles suelen buscar jornaleros que puedan hablar inglés (Valenzuela 2001), dado que los jornaleros en San'ya en su gran mayoría japoneses (Marr et al. 2000), la habilidad lingüística no tiene posibilidades de afectar la probabilidad de garantizar el empleo. No obstante, otros atributos de capital humano pueden tener una influencia contextual cruzada en la garantía de empleo. Los jornaleros latinos inmigrantes en San Francisco hacen énfasis en la necesidad de exhibir su "capital corporal" (Wacquant 1995) a los potenciales empleadores que buscan trabajadores jóvenes, con buen estado físico y aptos (Purser 2009). Los obreros también usan ropas sucias por el trabajo, como pantalones manchados de pintura, como una señal de la capacidad de trabajar o llevan herramientas para demostrar habilidades específicas (Purser 2009, Valenzuela 2001). Los empleadores también prefieren a trabajadores tolerantes a trabajos sucios, duros y pesados (Peck y Theodore 2001), de modo que los trabajadores que hayan acumulado resistencia con la experiencia duradera en el trabajo por jornal pueden tener probabilidades de hallar más empleo. Dado que garantizar un ingreso es clave para evitar la situación de calle, los trabajadores capaces de demostrar el capital corporal y otros rasgos de capital humano tienen más probabilidades de ser capaces de evitar la situación de calle. Sin embargo, dada la pretendida alta sustituibilidad de los trabajadores por jornal, las características de capital humano pueden ser irrelevantes para garantizar los salarios (Roberts y Bartley 2004) y por ende pueden no afectar el estatus de la vivienda. Finalmente, rasgos de capital humano, como educación y trayectoria como jornalero también pueden afectar directamente el estatus de la vivienda dotando a los trabajadores de la experiencia y el conocimiento práctico para evitar la situación de calle independientemente de su efecto en el ingreso por el trabajo por jornal. Esto podría involucrar el conocimiento de cómo extender un presupuesto en la micro economía del trabajo por jornal obtenida de la ocupación como jornalero, o mediante la capacidad intelectual total, que puede correlacionarse con el nivel educativo.

A continuación, una perspectiva de capital social se centra en las relaciones con empleadores e intermediarios capaces de canalizarles trabajo. Un vínculo con un empleador específico en los mercados de contratación callejera tiene múltiples beneficios incluyendo menor probabilidad de abuso, pago oportuno y generoso, buenas condiciones laborales, y quizás lo más importante, empleo repetido y referencias de empleo en la economía formal (Malpica 2002; Peck y Theodore 2001; Roberts y Bartley 2004; Valenzuela 2001; Williams 2009). Cultivar una buena relación con un empleador, intermediario laboral o despachador en agencias de trabajo temporal es crucial para obtener empleo regular o repetido. Los empleadores buscan "contingencia confiable" en los jornaleros -debe poder contarse con que los trabajadores completen el trabajo como se requiere siempre que lo requiere el empleador o intermediario, pero al mismo tiempo deben ser sumisos al despido o la no contratación según la conveniencia del empleador (Peck y Theodore 2001). Para un empleador, recontratar de manera consistente a un trabajador reduce los costos de inducción y entrenamiento y externaliza los riesgos asociados con un descenso en la demanda para los trabajadores. Una vez se cultiva una relación con un empleador, el empleo repetido ofrece ingresos relativamente estables, con los cuales es más probable que un jornalero evite la situación de calle. Estos vínculos sociales no solo tienen un efecto en la cantidad de trabajo que obtienen los jornaleros, sino que también ofrecen recursos adicionales, como préstamos, regalos en efectivo o un lugar a corto plazo para quedarse, que permitirían a los jornaleros bien conectados a evitar la situación de calle.

En este estudio, evaluamos el grado en el que estos dos tipos de recursos sirven como factores para evitar la situación de calle entre los jornaleros en San'ya. Luego, esbozamos las implicaciones que tienen nuestros hallazgos para una comprensión más amplia de los mercados de trabajo por jornal en las economías urbanas post industriales. Pero primero, ofrecemos una breve introducción de la transformación económica y social reciente de San'ya que sirva como contexto para nuestro análisis.

La reciente transformación económica y social de San'ya

Aun con las vicisitudes en la demanda de trabajo por jornal, San'ya de Tokio y otros yoseba, como Kamagasaki de Osaka, Kotobuki de Yokohama y Sasashima de Nagoya, han sido lugares donde las personas que enfrentan discriminación, deudas, lazos familiares rotos, alcoholismo, y por último, desempleo pueden llegar y ganar un sustento modesto (Eguchi et al. 1979). Las comunidades yoseba ofrecieron a los obreros recursos sociales y económicos, como acceso al trabajo de empleos por jornal, viviendas a su alcance en doya, u hoteles de estadía para una persona por día, una microeconomía que servía a los gustos y presupuestos de los jornaleros, y lazos recíprocos de amistad que reemplazaron los roles tradicionales de la familia. Mediante la utilización de estos recursos, los solteros desempleados podían obtener salarios de empleos por jornal; pagar vivienda en doya por días; comer, beber y socializar en bares o comedores locales y espacios públicos; y acudir a amigos en busca de ayuda en tiempos de escasez de trabajo, lo que les permitiría soportar la pobreza mientras evitaban en gran parte la situación de calle literal y crónica y mantenían su sentido de autonomía (Marr 1997). Los yoseba cumplían esta función de manera más adecuada en los años de gran crecimiento del «milagro económico» que continuaron durante todo el final de la década de 1960 atendiendo los sectores en expansión de manufactura, navegación y construcción. Aunque los yoseba vieron un aumento repentino del desempleo durante las crisis petroleras de comienzos de la década de 1970, se recuperaron con la expansión de la construcción durante los años de la burbuja de mediados a finales de la década de 1980.

Sin embargo, la capacidad de San'ya de desempeñar este rol cambió dramáticamente con el inicio de la Recesión Heisei en 1991. Desde comienzos de la década de 1990, la capacidad de los peones de subsistir a base de las ganancias del trabajo por jornal se ha reducido duramente. El número de plazas de trabajo por jornal disponibles en San'ya se ha reducido de manera dramática, más que en cualquier periodo anterior desde la recuperación de la posguerra en Japón. La figura 1, abajo, demuestra el patrón de ascenso y descenso en los empleos disponibles en el Centro de Trabajo de San'ya administrado por el Gobierno Metropolitano de Tokio (TMG) desde 1966, y el alza concomitante en los casos de asistencia social vistos por el Centro de Asistencia Social de Jōhoku, el organismo especializado en proveer servicios a los jornaleros de San'ya. Aunque no se tienen los datos longitudinales sobre contratación en el mercado de trabajo callejero localizado a pocos pasos del centro, los datos del centro con probabilidad reflejan las tendencias en la demanda global de jornaleros de San'ya.6 El número de empleos concertados por el Centro se redujo en 38% en el primer año de la recesión de un promedio de 35.207 mensuales en 1990 a 21.941 en 1991.7 Esta tendencia a la baja continuó hasta su nivel más bajo desde la fundación del Centro a 3.608 contratos mensuales en 2009, lo que representó una pérdida de casi 32.000 empleos mensuales, o una baja de 90%, desde el pico de la era de la burbuja pre-recesión.

Este notable descenso en la disponibilidad de plazas de trabajo por jornal ha sido contrarrestado por un acusado aumento en el número de casos de solicitud de ayuda social vistos por el Centro de Asistencia Social de Jõhoku, que por lo general ha suministrado raciones mínimas de pan y mermelada, estadías por una noche en refugios de emergencia y atención médica. El número de casos de ayuda social aumentó notablemente con el inicio de la recesión en 1991, lo que dio como resultado un aumento de más de 90% durante los primeros dos años de la recesión de 22.265 casos en 1990 a 41.022 casos en 1992. Este pronunciado incremento continuó hasta 1994, cuando comenzaron a estancarse los casos de asistencia social, solo para dispararse en 1998, creciendo en 60% en un solo año a 126.478 casos de ayuda. Aparte de un aumento repentino a comienzos de los 2000 asociado probablemente al estancamiento económico global después del incidente del 11 de septiembre, los casos de asistencia social manejados por el Centro de Asistencia Social de Jóhoku han descendido en términos generales desde 1999, debido en parte a la expansión de programas más sustancias para ayudar a personas que experimentan situación de calle, como el comienzo de la vivienda transicional en 2000 (Gill 2005), un programa de "vivienda primero" centrado en grandes campamentos en parques a orillas del río cerca de San'ya de 2004 a 2007 (Support Center Jigyou Kumiai 2010), y la expansión del acceso a subsidios regulares de asistencia social desde comienzos de 2009 en medio de la preocupación por el impacto de la crisis económica global en los trabajadores.8

Cuatro factores claves interactúan para explicar el descenso del trabajo por jornal en el yoseba más importante de Tokio; 1) el estancamiento económico desde el estallido de la burbuja económica en 1991 ha sido el principal factor, pero esto se ha exacerbado por 2) el cambio de la industria de la construcción en las prácticas de contratación y el uso de obreros a corto plazo, 3) el envejecimiento de los jornaleros, y 4) una intervención insuficiente del sector público para ofrecer oportunidades de empleo para los jornaleros. La exploración de cómo han interactuado estas cuatro tendencias para causar el descenso en la disponibilidad de plazas de trabajo por jornal en San'ya es fundamental para entender cómo pueden impactar los cambios económicos, industriales, de políticas públicas y demográficos en las vidas y la comunidad de un grupo de trabajadores casuales. También es crucial para comprender el contexto en el que deben competir los jornaleros de los yoseba en un mercado de trabajo por jornal en declive para garantizar el empleo y evitar las dificultades de la situación de calle.

Los jornaleros cosecharon los beneficios del periodo de la burbuja de finales de los años de 1980 mediante altos niveles de empleo en una industria de la construcción floreciente incentivada por la mayor actividad en propiedad raíz y los proyectos de obras públicas a gran escala, así como la expansión de los sectores de servicios y manufactura de tecnología de punta. Desde el estallido de la economía de burbuja, sin embargo, el valor anual en yenes de toda la actividad constructora pública y privada se ha reducido en 47% de 1992 a 2009 según las estadísticas mantenidas por el Ministerio Japonés de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo.9 Adicionalmente, los datos recopilados por la Oficina Japonesa de Asuntos Generales Internos muestra que mientras en todas las industrias se mantuvo estancado el empleo de jornaleros durante la primera década de la recesión y la parálisis, el número de jornaleros empleados por la industria de la construcción bajó en 30% de 390.000 en 1990 a 300.000 en 1998 (Tamaki y Yamaguchi, 2000). Esta tendencia en la construcción ha continuado con una baja adicional de 41% en el empleo de jornaleros de 1999 a 2008, y la proporción del empleo en la construcción constituida por jornaleros se ha reducido de 5,3% a 3,9% (Centro de Trabajo y Asistencia Social de Jóhoku 2009).

Además de una baja natural en el uso de jornaleros como resultado de la merma de la actividad causada por la recesión, las firmas constructoras se han vuelto aparentemente más frugales en su uso del trabajo por jornal. Las firmas constructoras han recurrido a una mayor mecanización del proceso de construcción, así como al abandono de la práctica de contratación de obreros innecesarios para elevar las tarifas cobradas a los contratistas, táctica usada durante finales de los años de 1980 que refleja los excesos y las ineficiencias de la burbuja económica.

Conversaciones durante la recopilación de datos con los jornaleros que prosperaron durante la burbuja económica indica que los sucontratistas con frecuencia empleaban muchos más obreros de lo necesario, para rellenar sus emisiones de nómina a los contratistas. Los trabajadores en San'ya contaban historias de intermediarios laborales que tiraban de trabajadores borrachos y semi coherentes tirados en las calles del mercado de contratación en la mañana, y los metían en minivans para llevarlos al lugar de trabajo. Sin embargo, con la mayor competencia por los contratos y la presión por mantener bajos los costos laborales, los subcontratistas ya no pueden usar tales prácticas.

La intersección de la recesión con el envejecimiento de la población del yoseba también ha servido para disminuir notoriamente el uso de jornaleros del yoseba en la industria constructora. Según datos llevados por las dos agencias públicas de empleo (shokuan) en San'ya, la edad promedio de los jornaleros subió de 53,3 en 1988 a 58,1 en 1997 para los registrados en la shokuan de Tamahime, y de 48,6 en 1988 a 56,4 en 1997 para los registrados en la shokuan de Kawaracho (Centro de Asistencia Social de Jóhoku, 1998). En 2009, el 85% de personas registradas en el Centro de Trabajo y Asistencia Social de Jóhoku tenían 55 años o más (Centro de Trabajo y Asistencia Social de Jóhoku, 2009). En nuestras discusiones en el mercado de contratación matutina en San'ya, jornaleros e intermediarios demandaban que los intermediarios de trabajo en San'ya habían usado por largo tiempo una edad de corte máxima de 55 al contratar jornaleros. Con el promedio de los hombres en San'ya excediendo ahora ese límite, las firmas constructoras ahora buscan fuera de estos enclaves obreros más jóvenes que trabajen más rápido, lleven cargas más pesadas y sean menos propensos a lesiones y, según se dice, estén más dispuestos a trabajar por menos paga.

En el lado de la oferta de la nueva fuerza laboral casual hay trabajadores más jóvenes, tanto nativos como extranjeros, en busca de oportunidades en una economía avanzada, pero en estancamiento. En una economía centrada en la prestación de servicios que experimenta un descenso en las oportunidades de empleo de tiempo completo en las industrias de la construcción, la manufactura y otras de mano de obra intensiva que apuntan a recientes egresados de la escuela secundaria y de universidades, muchos jóvenes trabajadores nativos están recurriendo al trabajo temporal y a otras formas de ocupación contingente (Genda, 2007). Estos These trabajadores casuales más jóvenes encuentran trabajo en diferentes industrias mediante un número en ascenso de agencias temporales de empleo en el caso de la construcción, mediante publicaciones periódicas que las firmas usan para dirigirse a ellos. La mayoría de estos trabajadores más jóvenes son miembros del creciente segmento de obreros conocido como furiitaa, la mayoría de quienes han llegado la edad de trabajar durante la recesión Heisei y, mediante una combinación de oportunidades limitadas de empleo a tiempo completo y rechazo a las exigentes demandas del lugar de trabajo de tiempo completo predominantes en Japón, pasan sus primeros años laborales en empleos casuales. Al contrario de sus predecesores que trabajaban en puestos casuales y procuraban trabajo en yoseba, muchos furiitaa viven fuera de los yoseba y dependen de los periódicos y las agencias de empleo para obtener trabajos a corto plazo. Los jornaleros de los yoseba enfrentan muchas veces discriminación por su edad o condición social por parte de los empleadores y son eliminados por cortes de edades máximas, entrevistas por teléfono o en persona, y salarios muy por debajo de los que alguna vez fueron comunes en los yoseba.

Un cambio en las prácticas de reclutamiento por parte de los intermediarios laborales. como resultado de la contracción de la demanda para los jornaleros de los yoseba, también ha contribuido a la desaparición de los empleadores de los yoseba. La investigación sobre la interrelación entre el descenso en las oportunidades del trabajo por jornal en los yoseba y la elevación de la situación de calle en Japón ha señalado que los bõryokudan, sindicatos del crimen organizado que tradicionalmente han explotado a los jornaleros de los yoseba, están suministrando cada vez más a las firmas de construcción trabajadores mediante un sistema de bõryoku hanba, u hostales de trabajadores "violentos" (Tamaki y Yamaguchi 2000). Incapaces de obtener ganancias sustanciales del empleo de los trabajadores en los mercados de contratación callejera con el uso en descenso de jornaleros de los yoseba en la industria de la construcción, los intermediarios laborales asociados con los bõryokudan reclutarán jornaleros sin hogar y vagabundos en parques y estaciones de trenes y los llevarán a un bõryoku hanba por un número específico de días laborales, por lo general quince, por un salario especificado. Los jornaleros trabajarán por lo general algunos días inmediatamente al trasladarse a un hanba, pero pronto se encontrarán yendo a trabajar por un número de días indeterminado. Con tarifas exorbitantes cobradas por la habitación y la comida, así como otros cobros por baño, cigarrillos y alcohol se les saca continuamente estén trabajando o no. Cualquier queja por la falta de trabajo o las tarifas excesivas se reprime rápidamente mediante la intimidación o la violencia. Los jornaleros deben o soportar la explotación y la intimidación a cambio de una garantía de techo y comida, o escapar con poco o nada de dinero para buscar de nuevo refugio en parques y estaciones de tren.

Entre el descenso en el empleo en el sector privado, el sector público ha intervenido para crear trabajos para los jornaleros de los yoseba, pero se queda corto ante la necesidad. La intervención del sector público ha asumido la forma de un programa especial para trabajadores con más de cincuenta y cinco años, liderado por el Gobierno Metropolitano de la ciudad de Tokio y otro trabajo público para trabajadores de todas las edades, ambos programas administrados por el Centro de Trabajo y Asistencia Social Jõhoku. Los empleos solo se ofrecen a los hombres registrados con el Centro y consisten en trabajo en limpieza y paisajismo (mayormente eliminación de maleza). El número anual de estos empleos ha fluctuado entre 20.000 y 24.000 desde 2002; de ellos las plazas para trabajadores de mayor edad constituyen alrededor del 80% (Centro de Trabajo y Asistencia Social de Jõhoku, 2009). Dado que se requieren aproximadamente diez días de trabajo al mes para evitar la situación de calle en San'ya (Marr et al., 2000), podemos estimar que este trabajo público por sí solo sería suficiente para mantener a unos 200 jornaleros de San'ya fuera de tal situación durante todo un año. Esto no alcanza con mucho a los 1.890 jornaleros registrados en el principal centro de trabajo de San'ya en 2009 (Centro de Trabajo y Asistencia Social de Jóhoku, 2009).

Durante los últimos treinta años, el declive general del trabajo por jornal en los yoseba ha sido sustancial, comenzando a principios de la década de 1970 como resultado de las crisis del petróleo. Este declive fue la primera señal en el periodo de posguerra de que esta línea de trabajo es en extremo volátil y dependiente de las vicisitudes de las economías nacionales y regionales de Japón. Pese a un boom en el ínterin del periodo de la burbuja, la demanda de esta mano de obra se ha reducido dramáticamente, presagiando un cuestionable futuro. Con la ausencia de una afluencia de trabajadores más jóvenes a los yoseba y el cambio de la industria de la construcción a otras vías para conseguir trabajadores, es incierto el futuro de los yoseba como lugares para que empleadores y trabajadores se reúnan. Como resultado de ello, decenas de hombres aún capaces y dispuestos a trabajar se encuentran sin el sustento diario, creando un problema social masivo concentrado en los yoseba por todo Japón. Pero, ¿qué hace a unos trabajadores más vulnerables a la situación de calle que otros en este mercado en decadencia?

Datos y Métodos

Este artículo evalúa cómo diferentes factores de capital social y humano hace más susceptibles a ciertos obreros de quedar en situación de calle, analizando datos de encuestas recopilador de jornaleros que usan el mercado de contratación al aire libre de San'ya en el otoño de 1999. El sondeo recogió datos sobre la demografía de los jornaleros, la regularidad y el contenido del trabajo, la adquisición de empleo, las barreras al empleo de tiempo completo, y los abusos de los empleadores. Las encuestas realizadas a 120 jornaleros se recogieron principalmente en las primeras horas de la mañana durante los meses de noviembre y diciembre de 1999 en el mercado de contratación en las calles de San'ya para garantizar la toma de muestras de los obreros en la búsqueda activa de empleo y no trabajadores desmotivados. Una mayoría de encuestas (el 67%) se administró entre las 4:00 y las 8:00 AM en las casi tres cuadras de San'ya que conforman el mercado de contratación matutino. Las siguientes encuestas fueron realizadas en otros momentos en: las residencias de jornaleros con y sin techo (13%); actividades de la Sogidan San'ya, el principal sindicato de trabajo por jornal en San'ya (10%); y Sanyukai, clínica de atención médica gratuita para jornaleros ubicados en San'ya (10%).

En total, la encuesta consistió de veintinueve preguntas y requirió unos quince minutos aproximadamente para completarse. Todas las encuestas se realizaron en japonés y las respuestas fueron voluntarias y anónimas. No se ofrecieron incentivos monetarios, si bien se ofreció una lata de café ocasional al encuestado para que bebiera mientras completaba la entrevista. Se usó una muestra de conveniencia no aleatoria para reclutar a los encuestados, de manera que no podemos generalizar nuestros hallazgos a los jornaleros en San'ya. Sin embargo, el cuestionario indagó a los encuestados en una variedad de dimensiones del trabajo por jornal y la vida, anteriores experiencias de empleo y características demográficas. Además, aunque el Centro de Trabajo y Asistencia Social de Jóhoku mantiene datos sobre los hombres registrados en el lugar, esto incluye personas que ya no buscan trabajo. Así, no hay otra encuesta reciente de datos recientes que se centre en jornaleros en búsqueda activa de trabajo en el mercado de contratación callejera. En consecuencia, los datos sirven como lente única a través de la cual explorar la ocupación y la vida del trabajo por jornal en San'ya.

La variable dependiente para el análisis que se presenta en este artículo, la situación de calle, se derivó de una pregunta que se hizo a los jornaleros sobre dónde pasaron la noche anterior a la encuesta. Se estableció que lo jornaleros estaban en situación de calle solo si habían pasado la noche anterior por fuera de un refugio formal. Por ejemplo, los trabajadores que pasaron la noche anterior en un sauna o en un refugio proporcionado por medio del Centro de Asistencia Social de Jóhoku no se consideraron en situación de calle.

Se seleccionaron variables independientes para evaluar las influencias del capital humano y el capital social en la situación de calle. Las variables de capital humano incluyeron la edad, el tiempo como jornaleros, las habilidades útiles en el trabajo por jornal, la educación y el número de días de trabajo procurados durante el mes previo a la encuesta. Se preguntó directamente a los encuestados sobre las primeras cinco variables independientes -por ejemplo, a los jornaleros se les preguntó simplemente su edad, cuánto tiempo se habían desempeñado en el trabajo por jornal, si poseían habilidades útiles en el trabajo por jornal, el mayor nivel educativo que habían obtenido, y el número de días que trabajaron en el mes anterior a la encuesta. El nivel superior de educación obtenida se convirtió en un valor continuo que representaba el número de años de educación completados -nueve años para haber completado la enseñanza media, doce para tener la secundaria completa, y dieciséis para haber completado la educación superior. A las personas que habían desertado durante una fase específica de la escolarización se les asignó un número de años de educación en el punto medio de dicha fase -ocho años para deserción de la enseñanza media básica, once para la deserción de la secundaria completa, y catorce para la deserción de la educación superior. Dada la situación central del trabajo en las vidas de los jornaleros, su necesidad de ajustar continuamente su estilo de vida según la cantidad de trabajo que se hubieran procurado y la oferta inestable de plazas, los encuestados por lo general podían recordar con exactitud el número exacto de días que trabajaron en el mes anterior a la encuesta.

Para evaluar la influencia de un recurso crítico de capital social, se incluyó una variable para si un jornalero individual tenía o no un nexo con algún intermediario de trabajo. Para conexiones personales con un empleador, conocido en el trabajo de yoseba por la jerga de jornales como kaozuke, o con "cara fija", se preguntó a los encuestados, "¿Tiene una relación con un empleador que lo reconozca por su rostro?".

Estadística descriptiva sobre los jornaleros en Tokio

Las tablas siguientes presentan estadísticas descriptivas de la Encuesta del Trabajo por jornal de San'ya sobre las variables incluidas en el análisis siguiente de determinantes de la situación de calle entre los jornaleros en Tokio. Los datos de la encuesta confirman otros reportes del detrimento sustancial del trabajo por jornal en los yoseba, y la incapacidad de estas comunidades para servir como templos de refugio, para hombres pobres y desempleados. La tabla 1, a continuación, presenta datos sobre los arreglos de sustento de los trabajadores que usan el mercado de contratación matutina en San'ya. Casi la mitad (47%) pasaron la noche anterior a la entrevista en lugares como campamentos provisionales, afuera sobre cartones o dando vueltas por las calles en los barrios alrededor de San'ya. El segundo mayor grupo estaba formado por quienes viven en y alrededor de San'ya en doya, o pensiones baratas de pago diario (38%), otros en apartamentos (9%), hoteles de negocios (3%), y otras formas de vivienda que incluyen casas y apartamentos de propiedad del trabajador, un pariente o un amigo (3%).

Los datos sobre niveles de empleo de jornaleros en nuestra muestra indican que la alta prevalencia de trabajadores sin hogar es resultado de una incapacidad de procurarse una ocupación en el trabajo por jornal. La tabla 2 presenta el número de días trabajados en el mes previo a nuestra encuesta para nuestros encuestado junto con el número de días trabajados al mes entre los residentes de doya, o pensiones baratas, en San'ya reportadas en un estudio administrado por la Oficina de Prevención de San'ya (1996) en dos años -1996 y 1980-. En primer lugar, la inspección únicamente de los datos de la muestra de 1999 de trabajadores que usaban el mercado de contratación callejero revela deprimentes niveles de empleo en el plano individual que fueron señaladas por la baja en el tiempo de las introducciones laborales mensuales por el Centro de Trabajo de San'ya, que aparece en la figura 1. Una proporción considerable de trabajadores (16%) en 1999 fueron incapaces de encontrar algún empleo en el trabajo por jornal pese a buscarlo regularmente en el mercado de contratación matutina.10 Una gran mayoría de trabajadores (76%) se ocupó diez días o menos, lo que muestra que el trabajo por jornal ha dejado de ser una fuente de empleo con el que pueden contar muchos trabajadores.

La comparación de los datos de la Oficina de Prevención de San'ya para 1980 y 1996 demuestra mejor el declive en la oferta de trabajo en San'ya a nivel individual. Dado que los datos de la Oficina de Prevención de San'ya incluyen solo a aquellos trabajadores que son capaces de conseguir suficiente empleo para adquirir una habitación en los doya, debe tenerse cuidado al comparar estos datos con los de 1999 de usuarios del mercado de contratación callejera que, como se mostró anteriormente, está compuesto casi en un 50% por trabajadores en situación de calle. Las dos columnas al lado derecho de la tabla 2 presentan los datos para 1996, cinco años en la Recesión Heisei, y 1980, cuando la economía japonesa estaba recuperándose de las crisis petroleras de los años setenta. Aunque los datos de 1980 no incluyen a los residentes de doya que no buscaron trabajo en el mes anterior, probablemente porque esos residentes estaban protegidos por subsidios y por ende no se consideraban parte de la población trabajadora, muestran que los residentes en general trabajaban más días al mes en este periodo anterior.

A continuación, los datos de la Encuesta de Trabajo por jornal de San'ya confirman que la población que usaba el mercado de contratación callejera es bastante anciana. La tabla 3, abajo, presenta la demografía y otras características de la muestra. El rango de edad de los trabajadores en el mercado de contratación callejera en San'ya se encontraba entre los veintiocho y los sesenta y siete años, con una abrumadora mayoría de obreros (95%) mayores de cuarenta, y más de la mitad (57%) entre los cincuenta y los cincuenta y nueve años. Sin embargo, debe notarse que esta población es ligeramente más joven que los trabajadores registrados en el Centro de Trabajo y Beneficencia de Jóhoku (1998, 27% menores de cincuenta frente a 15% menores de cincuenta y cinco). Esto muestra que la población de jornaleros en búsqueda activa de trabajo en las calles es algo menor que la población que ha acudido al Centro de Beneficencia solicitando ayuda.

Los jornaleros de San'ya no carecen de educación, considerando el requerimiento de educación obligatoria en Japón (secundaria completa) y las demandas del mercado laboral japonés en el periodo de posguerra temprano, cuando la mayoría de los encuestados cursaban la secundaria. Durante la expansión industrial a comienzos de la posguerra, un bachiller podía aspirar a encontrar un empleo razonablemente seguro a largo plazo en ocupaciones manuales. Como se reportó en la tabla 3, casi todos (97%) los jornaleros de nuestra muestra completaron por lo menos la educación secundaria. Adicionalmente, 38% eran graduados de la escuela secundaria o la media vocacional.

Los jornaleros de la muestra han trabajado como jornaleros durante periodos variables, que varían de tres meses a cuarenta y siete años con tiempos de duración promedio de 16,2 años. La tabla 3 arriba muestra que el tiempo de duración como distribución de jornaleros para los jornaleros en San'ya. Los mayores grupos de encuestados (36%) reportaron haber trabajado de cero a diez años, o de once a veinte años como jornaleros. Esto indica que un segmento sustancial de nuestros encuestados tiene amplia experiencia en los yoseba.

Aunque gran parte del trabajo por jornal es no calificado, más de la mitad de la muestra de San'ya (57%) informaron que tenían habilidades aplicables en el trabajo por jornal. La tabla 3 arriba presenta los datos sobre habilidades laborales. Los jornaleros poseen una variedad de habilidades, incluyendo ensamblaje de andamios, o tobi shoku (25%), ocupaciones calificadas (22%), operación de maquinaria (17%), y conducción (5%). Los oficios especializados incluyen: carpintería, soldadura de circuitos eléctricos, vidriería, paisajismo, pintura, revoque, plomería, latonería y otro trabajo con metales, y albañilería y pegado de adoquines. Los jornaleros con habilidades para operar maquinaria podían operar máquinas como: martillos perforadores, retroexcavadoras, grúas, montacargas y otros.

Para terminar, la tabla 3 presenta también la distribución de los trabajadores con una relación de "cara fija" con los empleadores, una relación que posiblemente facilite los esfuerzos de los trabajadores de procurar trabajo y evitar la situación de calle. Una sustancial minoría (33%) de peones en San'ya mantiene una relación con un empleador que reconoce al obrero por su rostro.

Resultados

Para evaluar los efectos netos de las diferentes variables independientes en la situación de calle, hemos realizado un análisis de regresión logística binomial. El uso de la regresión logística binomial nos permite calcular las probabilidades de que las personas estén en situación de calle o no como una función lineal de sus valores para las variables independientes descritas anteriormente. Para identificar un modelo preferido, hemos estimado la estadística de la bondad de ajuste para dos modelos. Dichas estadísticas de bondad de ajuste se presentan a continuación en la tabla 4. El modelo 1 es un modelo de referencia que plantea que todas las variables independientes que podrían impactar en teoría la capacidad de un jornalero para evitar la situación de calle -edad, tiempo en el cargo de jornalero, habilidades útiles en el trabajo por jornal, educación y una"cara fija"- afectan de manera significativa las probabilidades de hallarse en situación de calle. Dos variables de este modelo, la edad y las habilidades laborales, resultaron con coeficientes insignificantes, y dado que la dimensión del coeficiente para habilidades laborales indicó una reducción en la probabilidad de quedar en situación de calle, como se predijo, el coeficiente para edad fue en contra del efecto predicho con un año adicional de edad reduciendo aparentemente las posibilidades de encontrarse en situación de calle. Dado que estas dos variables en apariencia importantes mostraron tener efectos estadísticamente insignificantes, calculamos las correlaciones entre edad y duración en el cargo y habilidades laborales y educación evaluaban la posibilidad de que la falta de efectos importantes para la edad y las habilidades laborales se deba a su correlación con estas otras variables independientes. Aunque la educación y las habilidades laborales tienen una correlación muy baja (0,06), la edad y la duración del trabajo tienen una correlación más alta (0,47).

Para eliminar el "ruido" innecesario creado por la inclusión de estas variables, estimamos dos modelos más, excluyendo cada una de estas variables independientes insignificantes una a una. En primer lugar, estimamos el Modelo 2 sin habilidades. La prueba de razón de verosimilitud del Modelo 2 contra el Modelo 1 muestra que el coeficiente para habilidades laborales no es significativo, aun en el nivel de 0,30. A continuación, estimamos el Modelo 3, que excluye la edad y plantea que solo el número de días trabajados, la duración del trabajo como jornalero, la educación y tener una "cara fija" afecta de manera sustancial las probabilidades de quedar en situación de calle. Una prueba de la razón de verosimilitud del Modelo 3 contra el Modelo 2 muestra que el coeficiente para la edad no es significativa, aun en el nivel de 0,10. Por ende, parece que poseer habilidades laborales y juventud puede no reducir de manera sustancial las posibilidades de quedar en situación de calle entre los peones de San'ya, neto de los efectos de otras variables independientes.

Con estos resultados de las pruebas de razón de verosimilitud, concluimos que el Modelo 3 se ajusta mejor a los datos. La estimación del Modelo 3 nos permite derivar coeficientes para las variables con efectos lineales significativos en las posibilidades de estar en situación de calle, sin el "ruido" causado por la estimación de los coeficientes insignificantes. Para calcular el valor de los efectos del número de días trabajados, la duración del trabajo como jornalero, la educación y el tener una relación de "cara fija" con un empleador en las posibilidades de estar en situación de calle, hemos presentado los coeficientes del modelo preferido en la tabla 5. Las b presentadas en la tabla 5 son los efectos de los logit de posibilidades, o logits, sobre la variable dependientes, la situación de calle. Estas pueden interpretarse de manera similar como los coeficientes en una ecuación de regresión de mínimos cuadrados ordinarios (OLS) -el incremento de una sola unidad de la variable independiente da como resultado la diferencia en las unidades b en el logit de las posibilidades de estar en situación de calle, manteniendo constantes las otras variables independientes. Por ejemplo, el logit de posibilidades de estar en situación de calle son 1,198 menos para peones con una relación de "cara fija" en comparación con los obreros sin una relación tal, neto de otros factores.

Los antilogaritmos de los logit de probabilidades (los eb en la tabla 5) son quizás más fáciles de interpretar en comparación con los efectos de los logit de probabilidades. El incremento de una unidad en la variable independiente da lugar a un cambio de las unidades eb en las probabilidades relativas de estar en situación de calle neto de todas las demás variables. Los antilogaritmos de los logits son interpretables como contribuciones a las razones de probabilidades, o a la razón de las probabilidades para los encuestados que difieren en una unidad en la variable independiente, neto de las demás variables independientes. Por lo tanto, en el modelo 3, las probabilidades de que un trabajador quede en situación de calle se reducen en cerca de 9% por cada día adicional trabajado en el mes anterior, neto de la educación, duración del trabajo como jornalero, y tener una relación de "cara fija". Por ejemplo, haber trabajado diez días en lugar de cero días reduce en un 36% las probabilidades de estar en situación de calle [e-0,1020(10) = 0,3605], neto de otros factores. Cada año de experiencia en el trabajo como peón del yoseba reduce en cerca de 5% las probabilidades de estar en situación de calle. Por consiguiente, un encuestado que comenzó a trabajar en el sistema de trabajo por jornal en 1980 tiene probabilidades de quedar en la calle de cerca de 57% [e-0,0439(1999-1980) = 0,4343] menos que las de un encuestado que comenzó a trabajar en el sistema en 1999. Además, las probabilidades de que un trabajador quede en situación de calle se reducen en un 25% por cada año de obtención de un título educativo, neto de otros factores. Esto da como resultado una reducción de casi 40% en las probabilidades de estar en situación de calle [e-0,3048(12-9)=0,4007] para graduados de la escuela secundaria completa con respecto a los graduados de la secundaria básica. Finalmente, las probabilidades de estar en situación de calle para peones con una relación de "cara fija" son casi 30% tan grandes como las probabilidades de estar en situación de calle para peones sin dicha relación, lo que demuestra que tener dicha relación reduce en forma dramática las probabilidades de estar en situación de calle entre los jornaleros en San'ya, neto de otros factores significativos.

La evaluación de la ecuación producida por el Modelo 3 para valores fijos de días trabajados, educación y duración del trabajo nos permite evaluar con mayor claridad el efecto de tener una relación de "cara fija" con un empleador. Hemos seleccionado ocho días de trabajo por mes, dieciséis años de trabajo como jornalero, y diez años de educación en los cuales evaluar esta ecuación, dado que estos valores se aproximan bastante a las medias en estas variables. Calculamos un nuevo intercepto usando la ecuación a' = a +bd*8 + bt*16 + be*10 = 4,7984 -0,1020*8 -0,0439*16 - 0,3048*10= -0,2324. Estos son los logit de probabilidad esperados de estar en situación de calle para peones con ocho días de trabajo el mes anterior, dieciséis años de experiencia como peón de yoseba, y diez años de educación, pero sin relación de "cara fija". A este intercepto le añadimos el coeficiente para "cara fija" (-1,198) y obtenemos un logit esperado de probabilidades de estar en situación de calle de -1,4304. Dado que la interpretación es más fácil si se consideran las razones de probabilidades en lugar de los logit de probabilidades, hemos tomado el antilogaritmo de estos dos valores (e-0,2324 para quienes no tienen una "cara fija" y e-1,4304 para quienes sí la tienen). De este modo, las probabilidades esperadas de estar en situación de calle para un peón que trabajó ocho días en el mes anterior, tiene dieciséis años de experiencia como trabajador de yoseba y diez años de educación pero carece de una relación de "cara fija" son de 0,7926, y las probabilidades esperadas de estar en situación de calle para sus homólogos con una "cara fija" son 0,2392. Una manera aún más intuitiva de presentar estos resultados es convertir las probabilidades esperadas en porcentajes ajustados implicados por el Modelo 3. Esto puede hacerse dividiendo las razones de probabilidades por las razones de probabilidades más uno y multiplicando por 100. Para trabajadores con empleo promedio en el mes anterior, educación y duración del trabajo, cerca de 44% de ellos sin una relación de "cara fija" se esperaría que estuvieran en situación de calle, en comparación con cerca de 19% de trabajadores similares con una relación de "cara fija".

Los hallazgos del análisis de regresión logística binomial pueden resumirse e interpretarse como sigue. El hallazgo de que la edad y las habilidades laborales no afectan la capacidad de los jornaleros de evitar la situación de calle quizás no es tan sorprendente dado que la juventud y las habilidades laborales útiles deberían permitir a los trabajadores procurar empleo, pero no tienen un efecto directo adicional para evitar la situación de calle. Con la ausencia de efectos de la edad y las habilidades laborales, los trabajadores capaces de procurar más empleo, y quienes tienen más educación, más experiencia en el trabajo por jornal, y con relaciones con los empleadores tienen mayores posibilidades de evitar la situación de calle que sus contrapartes. Así, es una mezcla de factores de capital humano y capital social lo que permiten a un jornalero de yoseba evitar la situación de calle. Tener más trabajo ofrece directamente los ingresos para adquirir vivienda y satisfacer otras necesidades. Mayor duración del trabajo por jornal y más educación pueden proporcionar conocimiento acumulado y experiencia para evitar la situación de calle en la microeconomía del yoseba. Por último, un vínculo social con un empleador puede servir como recurso preventivo de la situación de calle, incluso neto del efecto de la relación en el empleo inmediato. Es posible que tales lazos proporcionen estabilidad a largo plazo en el empleo que evitaría la situación de calle si se enfrenta una ruptura temporal en el empleo, y otros beneficios como préstamos y otra ayuda para enganchar trabajadores cuando los trabajos escasean.

Discusión y Conclusiones

Nuestros hallazgos muestran que una combinación de variables de capital humano y capital social que ayudan a los jornaleros de yoseba en San'ya a evitar la situación de calle proporcionan perspectivas más amplias en el conocimiento general de los mercados de trabajo por jornal. Apuntando a la en apariencia elevada sustituibilidad de peones y a las caóticas escenas de trabajadores precipitándose sobre los empleadores que se acercan a los sitios de contratación, mucha investigación sobre el trabajo por jornal en los Estados Unidos ha explorado el problema de si o no estos mercados están o no estructurados (Malpica 2002; Roberts y Bartley 2004; Williams 2009). Nuestros hallazgos incluyen algún modesto fundamento para el argumento de la falta de estructura en estos mercados. La ausencia de características de efectos de capital humano, como habilidades relacionadas con el trabajo y la juventud, en la probabilidad de la situación de calle es consistente con las conclusiones que muestran que los rasgos de capital humano no afectan los niveles de ingreso de los jornaleros, destacando la "casi perfecta sustituibilidad" de los trabajadores (Roberts y Bartley 2004). El que la juventud y el tener habilidades laborales no genere mayor estabilidad en el mercado proporciona cierta evidencia de una naturaleza caótica de este mercado. Sin embargo, es posible que el declive en el mercado durante las dos últimas décadas haya sido tan dramático que haya convertido estos activos en improductivos en el mercado, dado que pueden haber sido más útiles cuando el mercado estaba era próspero.

En general, nuestros hallazgos ofrecen más amplia evidencia para la estructura en los mercados de trabajo por jornal. Mientras que las habilidades laborales y la juventud no evitan la situación de calle, otros rasgos de capital humano, como la educación y el tiempo de duración como jornalero sí ayudan a los trabajadores a evitar la situación de calle. Esto indica que el nivel educativo puede tener correlación con la inteligencia necesaria para desenvolverse en la microeconomía del trabajo por jornal y, quizás más importante para el aspecto de la estructura, que la duración de tiempo pasado como jornalero lleva a un conocimiento acumulativo sobre la subsistencia que puede ayudar a evitar la situación de calle. El fuerte rol de los vínculos con los empleadores para evitar la situación de calle describe mejor la estructura social de los mercados de trabajo por jornal. Malpica (2002) ha mostrado que dichos vínculos son cruciales para obtener trabajo regular y que los trabajadores usan estas relaciones en su formación de identidades y como fuente de estatus. Nuestros hallazgos ofrecen evidencia adicional de la importancia de estas relaciones mostrando cómo pueden evitar la situación de calle y probablemente ofrecer más estabilidad a los trabajadores. La importancia de estas relaciones debe pues incluirse en una exploración adicional de la medida en que el trabajo por jornal puede ser una actividad empresarial o conducir a un empleo más estable en el sector formal (Valenzuela 2001). En general, nuestros hallazgos ofrecen soporte adicional para la idea de que los mercados de trabajo por jornal son estructurados, pero no simplemente por la lógica de los mercados, donde se maximiza la utilidad del capital humano en forma directa, sino por las relaciones sociales en la que los vínculos entre trabajadores y empleadores producen "contingencia confiable" (Peck y Theodore 2001) que ofrece oferta de bajo costo para los empleadores, pero también un grado de estabilidad para los trabajadores.

Nuestras conclusiones también confirman estudios que relacionan el trabajo por jornal y la situación de calle que se han desarrollado con el estancamiento de la economía japonesa que acumula ya dos décadas. Aunque esta investigación ha relacionado la baja del trabajo por jornal de los yoseba con el aumento de la situación de calle, ha faltado un análisis de porqué algunos trabajadores eran más propensos que otros a encontrarse en situación de calle. Se ha prestado mucha atención a la vulnerabilidad de los trabajadores mayores con pocas habilidades a quedar en situación de calle (Aoki 2006). Sin embargo, hemos hallado que la juventud y las habilidades laborales no sirven necesariamente como amortiguadores en la prevención de la situación de calle entre hombres que buscan trabajo en los yoseba. En contraste, son la educación, la duración en el cargo como jornalero y los lazos sociales los que permiten a los hombres de los yoseba evitar la situación de calle. Así, a medida que decaen los yoseba como templos de refugio, es la capacidad intelectual global reflejada en la educación en combinación con el conocimiento, la experiencia y los recursos sociales acumulados con el tiempo en los yoseba lo que permite a los trabajadores usar mercados de trabajo por jornal y enclaves como una forma de evitar la situación de calle.

Sin embargo, el tremendo desmedro en la disponibilidad de trabajo por jornal pinta una imagen más bien sombría para esos hombres recién desplazados económicamente mientras sigue el estancamiento económico de Japón. Mientras que en el pasado estos hombres podían acudir a los yoseba en busca de oportunidades de empleo rápido, vivienda y camaradería, los hallazgos de este artículo sugieren que los trabajadores con experiencia anterior como jornaleros con relaciones con empleadores tienen muchas más probabilidades que los más nuevos sin estos recursos de evitar la situación de calle. Con las oportunidades en los yoseba más exiguas para los recién desplazados, parece que una forma de pobreza más extrema -la situación de calle literal - ha reemplazado la vida de trabajo por jornal como principales bases resultantes para los desplazados económicos en el Japón actual. Recientes estrategias innovadoras de "vivienda primero" que han usado fondos públicos para ofrecer vivienda independiente, subsidiada y a largo plazo en lugar de albergues grupales temporales han limitado la situación de calle literal aun en medio de la depresión económica global. Sin embargo, aún está por verse si estos programas pueden reemplazar los lazos interpersonales entre los trabajadores e incluso empleadores que fueron elementos cruciales de la subcultura del trabajo por jornal de los yoseba y también ayudar a muchos trabajadores a subsistir en tiempos difíciles.


Pie de Página

6En 2003, el Centro de Trabajo de San'ya y el Centro de Beneficencia de Jõhoku, localizados por largo tiempo en edificios unidos, se fusionaron para formar el Centro de Trabajo y Beneficencia de Jõhoku. La fusión buscaba proporcionar asistencia de manera más efectiva en medio del descenso de la demanda de trabajo por jornal.
7El número total de acuerdos laborales incluye tanto acuerdos por un día (genkin, o efectivo) como por corto plazo (keiyaku, o por contrato). Cada día que un obrero trabaja en un empleo introducido inicialmente por el Centro, sea de un día o a corto plazo, se incluye en el cálculo de estas cifras.
8Una directriz expedida por el Ministerio de Trabajo y Bienestar Social Japonés para expandir de manera efectiva el acceso a la ayuda social para personas que han perdido su empleo y su vivienda puede encontrarse en: http://homepage3.nifty.com/kobekoubora/20090318hogokatyoutuuti.pdf, acceso: 11/18/10.
9Del sitio web del Ministerio Japonés de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo (http://www.e-stat.go.jp/SG1/estat/List.do?lid=000001062002), acceso: 11/18/10.
10En promedio, los jornaleros reportaron estar en búsqueda de empleo 5,5 días a la semana con la mitad buscándolo siete días, incluido el domingo.


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